Ortopedia de los maxilares
La ortopedia funcional de los maxilares es una rama de la Odontología que se encarga de diagnosticar, prevenir, controlar y tratar los problemas de crecimiento y desarrollo de los maxilares, corrigiendo las maloclusiones y eliminando factores que los limitan, manteniendo como objetivo principal: Mejorar y rehabilitar las funciones del sistema estomatognático que involucra funciones como masticación, deglución, respiración nasal.
Este equilibrio de la función masticatoria se logra a través del estímulo neuro oclusal, por medio de dispositivos removibles. El cuerpo humano es constituido 40% de músculos y los estímulos generados por los aparatos de ortopedia funcional de los maxilares (OFM) nos permitirá realizar cambio de postura terapéutico, dentro de los límites fisiológicos individuales con los consecuentes cambios esqueléticos logrando así un eficiente y rápido alineamiento dentario.
Podemos corregir las maloclusiones rehabilitando la función alterada, tomando siempre en cuenta la edad y desarrollo del paciente así como individualizándolo según el grado de compromiso.
A través de la OFM equilibramos las funciones bucomaxilares, generando cambio de postura terapéutico y optimizando el funcionamiento masticatorio, redirección de la posición de la lengua, (interviniendo en la terapia de lenguaje) estimulando y acompañando el crecimiento de los maxilares, protegiendo la articulación temporomandibular en pacientes con hábitos como el bruxismo (apretamiento o rechinamiento dentario diurno o nocturno) y la succión digital.
En edad infantil se inicia con una orientación masticatoria, indicando a los padres, qué alimentos introducir en la dieta de su niño y cómo debe masticarlo, además se puede complementar según sea el caso con desgastes selectivos en los dientes de leche. En otros casos cuando ya tienen todos los dientecitos de leche podemos utilizar incrementos de resina sobre ellos (pistas directas planas) que sirven para construir un nuevo plano de mordida y así rehabilitar la función alterada de nuestros pacientes y corregirlo desde muy temprana edad.
Cuando nuestros niños entran en la etapa de recambio dentario o cuando ya tienen todos los dientes permanentes utilizamos aparatos ortopédicos funcionales removibles que estimularán y redireccionarán a un correcto crecimiento de los maxilares.
La respuesta es muy clara, desde que una maloclusión es diagnosticada debe ser tratada. Ya sea a los 2, 3 años, cuando tu hijo tiene todos o casi todos sus dientes de leche. Siendo la ortopedia funcional de los maxilares la única especialidad que cuenta con las herramientas necesarias para tratar desde temprana edad.
Por eso es importante, además de acudir al especialista antes de los 2 años para actuar de forma preventiva, aprender a reconocer los signos y señales de una maloclusión para tratarla a tiempo si fuese necesario. ¡Cuanto más temprano, mejor!
Esto no quiere decir que antes de esta edad no podamos hacer nada para evitar este problema, desde más pequeñitos, sólo con Orientación masticatoria y buenos hábitos podemos reducir el riesgo. Por eso es nuestra responsabilidad informar a los padres que existen alternativas terapéuticas desde temprana edad.
- En primer lugar: porque la ortodoncia fija no es suficiente para solucionar los problemas de maloclusión causados por las discrepancias en el tamaño de los maxilares.
Por ejemplo: Cuando la mandíbula es mucho más pequeña en comparación con el maxilar superior o viceversa.
- En segundo lugar: porque aunque la ortodoncia domine el movimiento dentario, no consigue tratar convenientemente a niños. Entre otras razones, porque la ortodoncia fue idealizada para tratar adolescentes.
Ante este panorama muchos niños con maloclusiones se quedaban sin tratamiento durante varios años, agravando el problema y en algunos casos convirtiéndose en tratamientos de resolución quirúrgica.
Hoy en día es lamentable aún encontrarnos en la consulta con situaciones donde los padres refieren que llevaron a sus niños al Odontólogo y este les sugirió esperar unos años más para que puedan ser tratados. ¿Realmente consideras que tu niño deba esperar si ya tiene una maloclusión? Por hacer una comparación, ¿cuando vas al médico por alguna enfermedad, acaso el médico te dice: “esperemos a que te pongas peor” para tratarte? ¿Sabías que si ya existe una maloclusión debemos tratarla a temprana edad para evitar que el problema se vuelva severo o incluso quirúrgico? Recuerda que una maloclusión altera nuestras funciones básicas y fisiológicas de nuestro organismo como la masticación, deglución, fonación, respiración. Estas deberán ser rehabilitadas con el tratamiento.
- No utilizamos brackets.
- La ortopedia funcional de los maxilares no utiliza fuerza de aparatos que empujen los dientes ni jalen los huesos, de hecho son aparatos que quedan holgados, para lograr generar un estímulo sutil y constante. Por lo tanto, es un tratamiento que NO GENERA DOLOR.
Utilizamos muchas de las veces aparatos ortopédicos funcionales que cambian la actividad de los músculos masticatorios haciendo que estos estimulen el crecimiento de los huesos y por ende los dientes salen derechos si aún no erupcionan o se alinean en caso que estén apiñados.